AZUL Y ROJO
A través de la ventana la observa una luna curiosa, mientras se desprende del vestido y de los zapatos rojos y cubre su cuerpo de roja seda y suaves transparencias. Se acurruca en el sofá y cierra los ojos sumergida en un instante azul, convocado por la edénica imagen de su amante.
La visión la embriaga, apoderándose de sus sentidos hasta sumergirla en una especie de coma idílico. Deja que la sensación la invada como una marea nocturna disolviéndose en su piel.
Se abandona, perdida en el mundo onírico donde fantasía y realidad se abrazan. De repente, la noche se cnvierte en un sensual oasis desde donde él la seduce y la invita. Un vuelo de estrellas compone una erótica llamada enlazando los cuerpos, más allá de lo tangible.
Suena un tango emergiendo del silencio y empiezan a bailar...